No ha sido el código de buenas prácticas, sino los ahorros de los españoles los que han salvado a los hipotecados de un desastre tras la rápida subida de los tipos de interés. De enero a septiembre, los hipotecados destinaron 50.000 millones de euros a amortizar anticipadamente sus préstamos. Puesto en perspectiva, estamos hablado de 4 veces el presupuesto de Defensa o Infraestructuras.
La gran pregunta es, si con unos tipos de interés tan elevados como en el escenario actual, es conveniente amortizar la hipoteca. Y, en caso de ser así, ¿cómo conviene hacerlo?
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La regla básica para saber si amortizar
La norma más sencilla para saber si debes amortizar su hipoteca es clara: si consigues con tus ahorros una rentabilidad mayor que el tipo de interés de tu hipoteca no debes amortizar, en caso contrario, te resultará más sencillo amortizar ese dinero.
En ese sentido, la teoría es una cosa y la práctica es otra. Porque existen muchos casos. Y, sobre todo, porque la amortización de la cuota de hipoteca tiene también un componente psicológico importante. Es, para casi todos, el préstamo bancario más voluminoso de nuestras vida, y quitarlo o reducido provoca una satisfacción especial.
En la práctica hay que tener en cuenta otros factores, entre ellos:
- Disponibilidad y necesidad futura de los ahorros: cuando destinas tus ahorros a amortizar hipoteca, ese dinero «desaparece» de tu cuenta bancaria. Tienes que tener muy en cuenta que no vas a necesitar el dinero que le dedicas a la amortización en un futuro. En cualquier caso, es mala idea utilizar todos los ahorros para amortizar el préstamo: siempre hay que intentar dejar un colchón de emergencia.
- Evolución prevista del Euribor: en caso de que tengas una hipoteca variable, su cuota cambiará anual o semestralmente en función de este índice. Por eso, si la previsión es que el Euribor está subiendo, eso significa que en tu próxima revisión la cuota subirá, por lo que si ya andas justo, lo mejor será que dediques esos ahorros a afrontar la próxima subida y no amortices. Y en caso contrario, si tu cuota va a bajar y tienes ahorros suficientes, tal vez sea un buen momento para esa amortización.
- Efecto psicológico: ya hemos hablado antes de él. Si tienes 10.000 euros de ahorros y, aunque consigas algo más de rentabilidad en un depósito, el reducir la cifra del dinero que debes aporta a muchas personas una tranquiliid
¿Es mejor reducir cuota o plazos?
Al igual que hemos visto en el punto anterior, en un caso está la teoría y en el otro la práctica. A la larga, siempre acabarás pagando más intereses si amortizas en plazo (reduces el plazo del préstamo) que en cuota (reduces el importe mensual de las cuotas).
En cambio, de nuevo, amortizar en cuota tiene un efecto inmediato en el importe que pagas cada mes y es más reconfortante desde un punto de vista psicológico. No sólo eso, al amortizar en cuota sólo notarás esta amortización al final, para lo que pueden tardar años, mientras que si lo haces en cuota lo verás desde el primer mes.
Además, cuando amortizas en plazos debes tener en cuenta que cada mes podrás ahorrar más si tus ingresos se mantienen, y que esos ahorros extra los podrás reinvertir en otros productos financieros o dedicar a amortizar más.
Por último, no hay que perder de vista que los préstamos hipotecarios son por lo general préstamos de larga duración, en la que el esfuerzo que vas a realizar por ellos ser irá diluyendo en el tiempo gracias a la inflación natural. No será lo mismo pagar 500 euros de cuota al mes ahora que dentro de 25 años, cuando la inflación de productos y salarios natural hará que esos 500 euros de cuota supongan un esfuerzo mucho menor.
¿Cómo afecta la amortización de manera fiscal?
En este punto hay que tener en cuenta si compraste tu vivienda habitual antes o después del 1 de enero de 2013. Hasta ese año, la amortización anticipada permitía desgravar un 15% de lo aportado cada año, con un límite de aportación de 9.040 euros. Es decir, si un año decides amortizar anticipadamente 1.000 euros, puedes reducir en 150 euros el importe en el impuesto de la Renta.
Tras el 1 de enero de 2013 se eliminó dicha bonificación, por lo que para las viviendas compradas a partir de ese día la amortización no tiene ninguna implicación fiscal.
¿Puede mi banco cobrar comisión por amortizar?
Sí, es posible que el banco cobre algo de comisión por amortizar anticipadamente un préstamo hipotecario. Se trata de un porcentaje sobre la cuota amortizada que, en cierto modo, «compensa» al banco por la pérdida futura de los intereses de la parte del préstamo amortizada.
No obstante, la directiva europea y la ley española limitan enormemente este tipo de comisiones: será como máximo del 0,50% durante los cinco primeros años del préstamo hipotecario, y del 0,25% el sexto. A partir del séptimo no se podrá cobrar ninguna comisión.